martes, 28 de abril de 2020

CUIDAR EL ENTORNO EMOCIONAL




A.N.E.P.


INSPECCIÓN NACIONAL DE EDUCACIÓN ESPECIAL
PROGRAMA ESCUELAS DISFRUTABLES.
EQUIPO PSICOSOCIAL



Fomentando vínculos saludables

La pandemia global debido al coronavirus ha sacudido a toda la sociedad, impactando en la salud, la economía, la política y también en nosotros mismos como personas.

Un cambio así impacta en nuestras emociones y afecta el estado de ánimo así como nuestra manera de pensar y actuar. El estado psicológico siempre va a estar influenciado por lo que ocurre. No somos inmunes a ello.

La sobrecarga de información, la cotidianeidad, el aburrimiento, las diferentes personalidades de cada miembro de la familia, los distintos niveles de energía de cada uno de ellos, entre otros, puede llevar a conflictos y discusiones, así como también puede generar estrés y montos de angustia, entre otras cuestiones.

Pero ¿Cómo lidiar con todo esto? ¿Qué es lo que es importante priorizar?

Una cuestión fundamental, que no debería olvidarse en estos tiempos, es el procurar atender el entorno emocional y afectivo en el que nos movemos. 

¿Cómo se logra?

·         Apostar al cariño, aprender a expresarlo ya sea a través de detalles, cuidados, miradas, palabras, sonrisas.
·         Empatizar. Poder comprender lo que sucede a quienes están a nuestro alrededor y ponerse en el lugar de ellos.
·         Alentar a la paciencia y el respeto hacia quienes convivimos.
·         Practicar la gratitud. Una gran virtud a la cual hay que apelar en estos tiempos. Dentro de las cuestiones “negativas” que están sucediendo en el mundo, poder mirar y ver aquello que si funciona, valorar lo que se tiene y poder trasmitirles eso a los niños/as.

Estos se tornan elementos fundamentales para lograr una convivencia amena y rica en cuidados afectivos, lo cual es fundamental para el desarrollo emocional saludable de todas las personas, tanto niños/as y adultos.

Todo ello es posible, dedicando tiempo de calidad entre quienes convivimos.  Esto se logra a través de una buena comunicación. Todos necesitamos comunicarnos, tanto para ser escuchados, comprendidos y tenidos en cuenta.  Es importante que los niños y niñas aprendan desde chicos el diálogo abierto basado en la confianza.

Es fundamental entonces:

·         Favorecer el diálogo.

·         Escuchar a los niño/as y sus preguntas.

·         Explicar lo que está sucediendo y trasmitirles estrategias de afrontamiento saludables, apelando a la calma, al cuidado y la responsabilidad.

·         Trasmitir emociones positivas (alegría, gratitud, amor, serenidad).

·         No olvidar de saludar a cada integrante y poder preguntar ¿Cómo estás? ¿Cómo te sentís? Estimular a que cada uno pueda expresar lo que le sucede. Ello/as debe aprender a dar su opinión y expresarse, sin miedos.

·         Compartir actividades que creen cercanía (juegos, mirar una película, etc.).

Esta comunicación no es solamente verbal, incluye gestos, sonidos, tonos, postura. Por lo cual es necesario cuidar de estos aspectos, porque se trasmiten, así como también predicar con el ejemplo.

Las acciones de los adultos referentes son observadas por los niños y niñas e imitadas por ellos. Influyen a la hora de que ellos puedan reconocer y regular sus emociones. Por lo cual, es importante cuidar lo que se hace. De nada sirve plantearles que gritar no es una estrategia saludable, si ellos observan a los adultos gritar. Es fundamental ser coherentes en el decir y el hacer.

Estos tiempos afectan a todos, debilitando muchas veces nuestra paciencia y la capacidad de empatía. Por lo cual intentar controlar esto en pos de un entorno emocional saludable, apelando a cultivar los valores y virtudes anteriormente expuestos, es una tarea prioritaria. Los niños entienden mucho más de lo que pueden expresar.